CÁNCER DE PRÓSTATA


El cáncer de próstata es el segundo más frecuente entre los hombres, con aproximadamente 1.276.106  nuevos casos al año en el mundo.

Según datos del Observatorio del cáncer de la aecc, en España se diagnosticaron 31.728 nuevos casos de cáncer y 6.061 personas fallecieron por esta causa en 2018.
En esta sección encontrarás información actualizada sobre el cáncer de próstata, en cualquier caso, la información ofrecida en este sitio no sustituye a la consulta médica, sino que pretende ser un complemento o aclaración sobre el cáncer de próstata.

TIPOS DE TUMORES

Aunque la próstata está formada por muchos tipos de células diferentes, más del 99% de los cánceres de próstata se desarrollan sobre células glandulares. Estas células son las encargadas de producir el líquido prostático, que forma parte del semen.
Este tumor maligno, puede crecer de tres maneras:

CRECIMIENTO LOCAL

Se produce por crecimiento tumoral e invasión de la cápsula prostática. Más tardíamente, el tumor puede romper la misma y crecer invadiendo los tejidos y órganos periprostáticos. La invasión de la vejiga o el recto es tardía en el tiempo.

DISEMINACIÓN LINFÁTICA

Existe una relación entre el tamaño del tumor primitivo y la probabilidad de afectación ganglionar.

DISEMINACIÓN HEMATÓGENA

Esta diseminación se realiza a través de los vasos sanguíneos, preferentemente hacia el hueso.

FASES DEL TUMOR DE P
RÓSTATA

Para poder determinar el tratamiento más adecuado para el cáncer de próstata, es importante clasificar el tumor, es decir, determinar en qué fase se encuentra.
El sistema que con mayor frecuencia se emplea para su clasificación es el TNM. Estas siglas hacen referencia a 3 aspectos del cáncer: la T se refiere al tamaño del mismo, la N a la afectación de los ganglios linfáticos y la Ma la afectación o no de otros órganos.  Cuando le precede una p (pT, pN) significa que la anatomía patológica se ha realizado después de una intervención quirúrgica.
En función de estos aspectos, el cáncer de próstata se agrupa en las siguientes etapas o fases: 
T I: el cáncer no es palpable ni visible por medios diagnósticos. Su diagnóstico es accidental (cuando el paciente acude por otros motivos al urólogo) y se observa en el tejido obtenido en una Resección Transuretral de Próstata (RTU) o en una biopsia efectuada por un aumento del PSA (Antígeno Prostático Específico).
T II: tumor palpable o visible que no sobrepasa la próstata. El tumor no se ha diseminado fuera de la próstata.
T III: el cáncer sobrepasa la cápsula y afecta a tejidos que rodean la próstata como las vesículas seminales.
T IV: el tumor invade tejidos adyacentes como recto, esfínter externo, músculos elevadores, etc.
Teniendo en cuenta la clasificación TNM y, si se dispone de ello, el Grado de Gleason de la biopsia, así como el PSA, se pueden establecer 4 etapas. En general, cuanto menor sea la etapa, menor es la diseminación del cáncer. 
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CANCER DE HIGADO


El hígado es el órgano interno más grande de su cuerpo. Se encuentra debajo de las costillas de su lado derecho justo bajo el pulmón derecho, y tiene dos lóbulos (secciones).

El hígado está compuesto principalmente por células que se llaman hepatocitos. También tiene otros tipos de células, incluyendo células que revisten sus vasos sanguíneos y las células que revisten  los conductos pequeños en el hígado que se llaman conductos biliares. Los conductos biliares llevan bilis desde el hígado a la vesícula biliar o directamente a los intestinos.
Usted no puede vivir sin el hígado, ya que realiza muchas funciones importantes:
  • Descompone y almacena muchos de los nutrientes que su intestino absorbe y que su cuerpo necesita para funcionar. Algunos nutrientes tienen que ser transformados (ser metabolizados) en el hígado antes de usarse como fuente de energía o para crear y reparar el tejido.
  • Produce la mayoría de los factores de coagulación que evitan que usted sangre demasiado cuando se corta o se lastima.
  • Segrega bilis a los intestinos para ayudar a absorber los nutrientes (especialmente grasas).
  • Descompone alcohol, medicamentos, y desechos tóxicos en la sangre, que luego salen del cuerpo a través de la orina y las heces fecales
Los diferentes tipos de células  del hígado pueden formar varios tipos de tumores malignos (cancerosos) y benignos (no cancerosos). Estos tumores tienen causas diferentes, se tratan de maneras distintas y tienen un pronóstico   diferente.

Cáncer de hígado primario

Un cáncer que se origina en el hígado se llama cáncer de hígado primario. Existe más de una clase de cáncer de hígado primario.

Síntomas

La mayoría de las personas no tienen signos ni síntomas en las primeras etapas del cáncer primario de hígado. Cuando existen señales y síntomas, estos pueden incluir los siguientes:
  • Pérdida de peso sin proponértelo
  • Pérdida de apetito
  • Dolor en la parte alta del abdomen
  • Náuseas y vómitos
  • Debilidad y fatiga general
  • Hinchazón abdominal
  • Decoloración amarillenta de la piel y la parte blanca de los ojos (ictericia)
  • Heces blancas o blanquecinas

Causas

El cáncer de hígado ocurre cuando las células hepáticas desarrollan cambios (mutaciones) en su ADN. El ADN de una célula es el material que proporciona instrucciones para cada proceso químico en el cuerpo. Las mutaciones del ADN causan cambios en estas instrucciones. Un resultado es que las células pueden comenzar a crecer fuera de control y con el tiempo pueden formar un tumor, es decir, una masa de células cancerosas.
Algunas veces se conoce la causa del cáncer de hígado, como en el caso de las infecciones crónicas por hepatitis. Pero a veces el cáncer de hígado ocurre en personas sin enfermedades preexistentes y no está claro qué lo causa.


LEUCEMIA


Las leucemias son las enfermedades malignas que afectan a algunas de las células de la sangre. Es por esto que se denominan también enfermedades oncohematológicas. En estos casos no existe tumoración sólida. 
Las células sanguíneas son tres: glóbulos rojos (eritrocitos), glóbulos blancos (leucocitos) y plaquetas (trombocitos). Éstas salen a la sangre tras producirse en la médula ósea (tejido del interior de los huesos) en donde están las “células madre” que las producen.
Cuando alguna de estas células se altera y crece descontroladamente, se origina un exceso de células que son inmaduras y que no funcionan correctamente. Se
las conoce generalmente como “blastos”
Estos van ocupando la médula de los huesos, haciendo desaparecer a las células “normales” y finalmente salen a la sangre.  Así es como la mayor parte de las veces son detectadas estas enfermedades en una analítica.

CLASIFICACIÓN DE LAS LEUCEMIAS

Aunque hablemos de leucemia, en realidad existen muchas leucemias muy diferentes en su origen, forma de evolucionar y tratarse, así como diversas en su pronóstico. Todo esto dependerá del tipo de células que se hayan afectado, de las  posibles alteraciones moleculares y/o genéticas que pueda presentar la célula. 
Aunque gracias a la investigación, constantemente se revisa la clasificación de las leucemias; tradicionalmente se vienen agrupando en función de su forma de presentarse y evolucionar: en leucemias agudas y leucemias crónicas. Las leucemias agudas (Leucemia Aguda Linfática y Leucemia Aguda Mieloide) generalmente suelen ser de evolución más rápida y la mayoría de sus células suelen ser más indiferenciadas (tienen mayor número de blastos) que las leucemias crónicas (Leucemia Crónica Mieloide y Leucemia Crónica Linfática), cuya forma de presentarse es más lenta y prolongada en el tiempo. 
También es posible clasificar las leucemias atendiendo al tipo concreto de célula blanca que se altere: ya que hay varias estirpes celulares diferentes: entonces hablamos de leucemias linfoides (existe afectación fundamentalmente de los linfocitos) y leucemias mieloides (se alteran principalmente las células de tipo mieloide). 

LA LEUCEMIA EN CIFRAS

Según datos de la OMS referentes al año 2018, se estima que se diagnosticaron 437.033 nuevos casos de leucemia y murieron por esta causa 309.006 personas en todo el mundo. En España, los datos del Observatorio del Cáncer de la AECC hablan de 5.839 personas afectadas por leucemia





¿QUÉ ES EL CÁNCER DE PÁNCREAS?



El cáncer de páncreas aparece como consecuencia de un crecimiento anómalo de las células que forman parte de este órgano, el cual se encuentra en el abdomen, justo por detrás de la porción inferior del estómago. El páncreas está formado por 2 componentes principales:
  • El componente llamado “exocrino” que está formado por células que produce proteínas que ayudan al organismo a digerir y descomponer los alimentos, en particular las grasas.
  • El componente “endocrino” del páncreas está formado por células que producen hormonas específicas, de las cuales la más importante es la insulina. La insulina es la sustancia que ayuda a controlar la cantidad de azúcar en la sangre. Esta porción del páncreas también produce otras hormonas, como glucagón, somatostatina, etc. Con una  función importante en la regulación del metabolismo en el cuerpo.
Cuando las células tumorales proceden de las células del endotelio de los conductos exocrinos del páncreas hablamos de cáncer de páncreas.


EL TUMOR DE PÁNCREAS EN CIFRAS

A nivel mundial, el cáncer de páncreas no es un tumor excesivamente frecuente (el 2,1% de todos los tumores), pero su incidencia ha aumentado constantemente desde los años 50. Se estima que cada año se diagnostican unos 233.000 nuevos casos en todo el mundo (125.000 hombres y 108.000 mujeres), el 60% de ellos en países desarrollados (Europa, América y Australia).
Las mayores incidencias se registran entre la población negra de Norteamérica y entre los Maoríes de Nueva Zelanda. En Europa, es menos frecuente en el sur.

INCIDENCIA EN ESPAÑA



El cáncer de páncreas es un tumor poco frecuente en España, con una incidencia anual cerca a los 8.169 casos (4.276 varones y 3.893 mujeres). El último informe elaborado por la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) y el Instituto Nacional de Estadística (INE) calculó una mortalidad en el año 2017 de 6.868 pacientes. 

¿CÓMO SE DESARROLLA EL CÁNCER DE PÁNCREAS?

Este tumor maligno puede crecer de varias maneras: 

CRECIMIENTO LOCAL

El crecimiento local de las células tumorales destruye progresivamente el páncreas pudiendo provocar una obstrucción de los conductos secretores.
Según progresa el tumor, puede llegar a invadir otros órganos o estructuras cercanas como vía biliar (colédoco que va desde el hígado y vesícula biliar hasta el intestino), estructuras digestivas (estómago, duodeno, colon), bazo, grandes vasos y columna vertebral.

DISEMINACIÓN LINFÁTICA

El cáncer de páncreas suele diseminarse de forma precoz a través de los vasos linfáticos.
La diseminación por esta vía se realiza de forma ordenada, afectando primero a los ganglios más próximos y posteriormente a los más alejados.

CÁNCER DE VAGINA



Nuestro organismo está constituido por un conjunto de órganos, los cuales a su vez están formados por células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o muertas y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento de los distintos órganos.
Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable. Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor.
Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir tejidos y órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.
Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en la vagina, hablamos de cáncer de vagina. 
El cáncer de vagina es un tumor muy poco común, representando entre el 1-2% de los cánceres ginecológicos.

FACTORES DE RIESGO DEL CÁNCER DE VAGINA
Por lo general, el cáncer de vagina es una enfermedad que acontece en mujeres mayores (a partir de los 60 años), siendo excepcional antes de los 40 años.
Hace décadas se observó que un subtipo del cáncer de vagina, denominado Adenocarcinoma de Células Claras, aparecía en niñas y mujeres jóvenes cuyas madres habían tomado dietilesilbestrol, durante el embarazo. Esta hormona está contraindicada en el embarazo y no se usa desde 1970. Otros factores de riesgo son la infección por el virus de papiloma humano y tener antecedente de adenosis vaginal, prolapso vaginal o carcinoma de cuello uterino.

SÍNTOMAS DEL CÁNCER DE VAGINA

A diferencia de otros tumores, el cáncer de vagina puede comenzar a dar síntomas cuando aún está en fase inicial. 
Los síntomas más comunes del cáncer de vagina:
  • Hemorragia vaginal anormal no relacionada con la menstruación.
  • Dolor pélvico durante el coito.
  • Presencia de un bulto en la vagina. 
  • Dificultad para orinar. 
Estos síntomas también pueden ser debidos a enfermedades benignas. Sin embargo, si aprecias cualquiera de ellos es importante que acuda al ginecólogo para el diagnóstico y tratamiento de su causa.
Antes de asumir que tienes una enfermedad grave, espera a conocer el resultado de las pruebas.

SEGUIMIENTO Y REVISIONES DESPUÉS DEL CÁNCER DE VAGINA
Una vez finalizado el tratamiento es preciso realizar revisiones periódicas. Son necesarias para confirmar que sigues bien, para seguimiento y control de los efectos secundarios del tratamiento y para instaurar, en caso necesario, un tratamiento lo más rápidamente posible.
Incluso tras el tratamiento más completo existe un riesgo de reaparición de la enfermedad. El riesgo de reaparición de la enfermedad disminuye con el paso del tiempo, y está en relación con el estadio inicial.
Las pruebas que habitualmente se solicitan en las revisiones periódicas, tras la realización de una exploración ginecológica minuciosa y en ocasiones se completan con otras pruebas (radiografías, análisis, etc).

¿QUÉ ES EL CÁNCER DE RIÑÓN?


Los riñones forman parte del sistema urinario, son órganos dobles (derecho e izquierdo), y están encargados de filtrar y depurar la sangre para eliminar los desechos, exceso de agua y sales en forma de orina.

Tienen forma de habichuela, miden alrededor de 12 cm y pesan unos 150 gramos y están situados a ambos lados de la columna lumbar. Para poder ejercer su función precisan estar en contacto con el torrente sanguíneo, por lo que tienen gran cantidad de vasos sanguíneos.
Una vez filtrada y depurada la sangre, el material de deshecho, el  exceso de agua y sales (orina), pasa de cada riñón a la vejiga a través de un tubo llamado uréter. La vejiga es una cavidad formada por potentes fibras musculares para poder realizar la micción.
Los tumores malignos del riñón se denominan adenocarcinomas renales o hipernefromas, mientras que los tumores de los uréteres y de la vejiga urinaria se denominan uroteliomas. Estos dos tipos de tumores son muy diferentes, tanto en su pronóstico como en su tratamiento.
Nuestro organismo está constituido por un conjunto de órganos, los cuales a su vez están formados por células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o muertas, y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento de los distintos órganos.
Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable.
Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor.
Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir tejidos y órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.
Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en el riñón, hablamos de cáncer de riñón o hipernefroma.
Las ultimas cifras recogidas en el informe GLOBOCAN 2008 reflejaron un total de 196.902 casos de cáncer excluyendo los cánceres de piel no melanoma, de ellos, se diagnosticaron un total de 4.529 casos de cáncer renal y 1.915 fallecimientos.
El cáncer de riñón, también llamado hipernefroma, puede curarse con una operación quirúrgica cuando está localizado. Sin embargo cuando el tumor se ha extendido a otros lugares (metástasis), el pronóstico en general es muy desfavorable, aunque un pequeño porcentaje de  pacientes pueden tener una lenta evolución durante varios años.
El cáncer de riñón es uno de los pocos tumores en los que se han descrito, de forma excepcional, regresiones espontáneas.

SÍNTOMAS DEL CÁNCER DE RIÑÓN
Inicialmente puede no producir síntomas. En ocasiones se manifiesta de la siguiente manera:
  • Presencia de sangre en la orina (orina sanguinolenta). Esta pérdida de sangre puede originar anemia.
  • Aparición de un bulto en el abdomen.
  • Dolor en zona lumbar.
  • Pérdida de peso, falta de apetito, cansancio generalizado.
Estos síntomas no son exclusivos del cáncer de riñón, sino que se pueden dar en enfermedades benignas, por ejemplo en cálculos renales o en infecciones del tracto urinario. No obstante en el caso de tener alguno de estos síntomas debes consultar a tu médico.



EL CÁNCER DE ESÓFAGO




El esófago es un órgano tubular, hueco de aproximadamente 25 cm de largo, que une la faringe y la cavidad bucal con el estómago.
Se encuentra situado en el espacio retrotorácico (la parte más posterior del tórax), por delante de las vértebras, estando a lo largo de todo el trayecto, en íntima relación con distintas estructuras (aorta, tráquea, bronquio principal izquierdo, corazón y diafragma).
El esófago se une con el estómago (unión gastro-esofágica) por debajo del diafragma. En esa zona se sitúa un esfínter (cardias) que impide que el contenido del estómago retroceda al esófago y evita que los ácidos gástricos lesionen la mucosa esofágica.Cuando el funcionamiento del cardias se altera, aparece un reflujo gastroesofágico, que se acompaña de acidez y dolor en la zona.
El esófago una pared interna mucosa o pared interna del esófago, rodeada de varias capas musculares, la interna y la externa que son las que actúan movilizando el contenido alimenticio haciendo que avance hacia el estómago.
Una vez que el alimento se encuentra dentro del esófago, éste se contrae, gracias a sus capas musculares, produciendo una serie de movimientos llamados peristálticos, que impulsan su contenido hasta el estómago.

Llamamos cáncer de esófago al tumor maligno derivado de las células de la mucosa de este órgano.
La mayoría de los cánceres de esófago ocurren en su tercio inferior y en la zona de unión con el estómago (unión gastro-esofágica). En esta localización la variedad histológica más frecuente es el Adenocarcinoma. Menos frecuentemente aparece en las porciones altas del conducto siendo la variedad histológica el carcinoma epidermoide escamoso. Ver tipos) Este tumor maligno, puede crecer de tres maneras:
Crecimiento local: el crecimiento local se produce por invasión en profundidad a través de la pared esofágica (de dentro a fuera). Puede afectar a los órganos de alrededor, que serán diferentes en función de la localización del tumor en el esófago (tercio superior, medio o inferior).
Diseminación linfática: el esófago posee una rica red de vasos linfáticos que permiten el drenaje de la linfa a múltiples regiones ganglionares. Los tumores de tercio superior drenan a los ganglios del cuello, a nivel supraclavicular (por encima de las clavículas) y a las cadenas ganglionares del mediastino (zona anatómica situada entre los dos pulmones, donde se encuentran estructuras tan importantes como el corazón, la tráquea, el esófago, y los grandes vasos).
Los tumores del tercio medio e inferior drenan, preferiblemente, a ganglios localizados a lo largo de todo el mediastino, así como a los gástricos y hepáticos.
Diseminación hematógena: esta diseminación se realiza a través de los vasos sanguíneos, preferentemente, hacia el hígado y los pulmones.

SÍNTOMAS DEL CÁNCER DE ESÓFAGO

En fases precoces de la enfermedad, el cáncer de esófago, no produce ningún tipo de síntomas, por lo que el diagnóstico, en este momento, es generalmente accidental, es decir se diagnostica por pruebas que se realizan para descubrir otros problemas de salud.
En la mayor parte de las ocasiones, el cáncer de esófago se diagnostica cuando los síntomas obligan al paciente a acudir al médico.
Los síntomas más frecuentes son los siguientes: 
  • Disfagia: es el síntoma más común del cáncer de esófago. El paciente nota una dificultad para tragar y la sensación de que un alimento se ha quedado detenido en la garganta o en mitad del tórax. Esta dificultad aparece primero para alimentos sólidos, fundamentalmente el pan y la carne, por lo que el paciente inconscientemente evita tomar dichos alimentos. Progresivamente la disfagia aparece con todos los sólidos, por lo que se produce un cambio total de los hábitos alimentarios y se pasa a una dieta líquida. Según progrese la enfermedad la disfagia será también para líquidos, incluso para la saliva. 
  • Pérdida de peso: un porcentaje importante de enfermos con cáncer de esófago pierden peso. Generalmente, debido a la imposibilidad de alimentarse adecuadamente, además de producirse una pérdida de apetito y cambios en el metabolismo. 
  • Dolor retroesternal: es un síntoma poco frecuente e inespecífico, ya que, puede aparecer en procesos benignos como el reflujo gastroesofágico. Si aparece en un enfermo de cáncer de esófago, generalmente es un signo tardío que indica la presencia de un tumor de gran tamaño. 
  • Otros síntomas: cuando el tumor alcanza otras estructuras cercanas al esófago puede aparecer disfonía (ronquera), tos o hipo. 
FACTORES DE RIESGO DEL CÁNCER DE ESÓFAGO
Un factor de riesgo es cualquier agente que incrementa el riesgo de padecer una enfermedad determinada, es decir, la persona expuesta a este factor posee más probabilidades de padecer dicha enfermedad.
En la actualidad se conocen factores que parece que poseen una relación con el cáncer de esófago. Entre ellos destacan:
Edad: como en la mayoría de los tumores, a edad más avanzada mayor es el riesgo, tanto en hombres como en mujeres, de padecer cáncer de esófago.
Sexo: los hombres poseen una tasa de cáncer de esófago tres veces mayor que las mujeres. Probablemente, debido a que poseen hábitos menos saludables que la población femenina.



CÁNCER DE ESTÓMAGO

A pesar de que el estómago puede ser el lugar donde asienten diferentes tipos de cáncer o incluso metástasis de otro tumor, el tumor maligno procedente de las células de la mucosa del estómago se denomina cáncer de estómago o cáncer gástrico.

EL CÁNCER DE ESTÓMAGO EN ESPAÑA

El cáncer gástrico corresponde a una neoplasia relativamente poco frecuente en España, con una incidencia anual de cerca de 7.865 casos (4.863 varones y 3.002 mujeres). El último informe elaborado por la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) y el Instituto Nacional de Estadística (INE), calculó una mortalidad en el año 2017 de 5.154 pacientes. Esta menor incidencia de este tumor en España contrasta con el número de diagnósticos a nivel mundial, con cerca de 572.032 pacientes (lo que corresponde al 3.2% de todas las neoplasias que se diagnostican en todo el mundo).

FASES DEL CÁNCER DE ESTÓMAGO

Los cánceres se clasifican por etapas o estadios. Este tipo de clasificación permite agrupar a los pacientes con cánceres en los mismos estadios, porque tienen un pronóstico similar y se les aplican tratamientos similares.
La clasificación más empleada es el TNM: la “T” es por el Tumor, la “N” por los ganglios (Nodes en inglés) y la “M” por las Metástasis. En función del T, N y M se definen los estadios:
  • Estadio 0 o carcinoma in situ: Es la etapa más inicial del cáncer. Se localiza en la parte más superficial de la mucosa, y no infiltra las otras capas del estómago, no invade los ganglios re-gionales ni produce metástasis a distancia. 
  • Estadio I: El tumor no llega a la serosa. Después del estadio 0, es el más favorable (= mejor pronóstico).
  • Estadio II y Estadio III: Son etapas intermedias. El estadio II tiene mejor pronóstico que el III. Para establecer estos estadios, se tienen en consideración tanto el nivel de afectación de la pared gástrica como el número de ganglios afectados por el tumor.
  • Estadio IV: Es la etapa más avanzada. Su pronóstico es el peor.
Existe metástasis a distancia, por ejemplo: metástasis en hígado, pulmón, huesos, ovarios, ganglios alejados del estómago, etc.

El estómago

Después que los alimentos son masticados y tragados, entran al esófago, (el esófago es un órgano en forma de tubo que transporta los alimentos a través de la garganta y el tórax hacia el estómago). El esófago se une al estómago en la unión gastroesofágicala cual está justo debajo del diafragma (la capa fina del músculo de respiración situado debajo de los pulmones). El estómago es un órgano parecido a un saco que contiene los alimentos y comienza a digerirlos segregando jugo gástrico. Los alimentos y el jugo gástrico se mezclan y se vacían luego en la primera sección del intestino delgado llamada duodeno.
Algunas personas usan la palabra estómago para referirse al área del cuerpo entre el pecho y el área pélvica. El término médico de esta área es abdomen. Por ejemplo, algunas personas con dolor en esta área dirían que tienen “dolor de estómago”, cuando en realidad el dolor pudiera provenir de la apéndice, el intestino delgado, el colon (intestino grueso), u otros órganos en el área. Los médicos llamarían a este síntoma dolor abdominal, ya que el estómago es sólo uno de los muchos órganos en el abdomen.
El cáncer de estómago no se debe confundir con otros cánceres que pueden ocurrir en el abdomen, como cáncer de colon (intestino grueso), hígado, páncreas o intestino delgado porque estos tipos de cáncer podrían tener síntomas diferentes, pronósticos distintos, así como tratamientos diferentes.



CÁNCER DE PRÓSTATA

El  cáncer de próstata  es el segundo más frecuente entre los hombres, con aproximadamente 1.276.106  nuevos casos al año en el mundo. S...